Dice una leyenda árabe que
dos amigos viajaban por el desierto y en un determinado punto del viaje
discutieron, y uno le dio una bofetada al otro. El otro, ofendido, sin nada que
decir, escribió en la arena: "Hoy, mi mejor amigo me pegó una bofetada en
el rostro". Siguieron adelante y llegaron a un oasis donde resolvieron
bañarse. El que había sido abofeteado comenzó a ahogarse, y le salvó su amigo.
Al recuperarse tomó un estilete y escribió en una piedra: "Hoy, mi mejor
amigo me salvó la vida". Intrigado, el amigo preguntó: "¿Por qué
después que te pegué escribiste en la arena y ahora en cambio escribes en una
piedra?". Sonriendo, el otro amigo respondió: "Cuando un amigo nos
ofende, debemos escribir en la arena, donde el viento del olvido y el perdón se
encargarán de borrarlo y apagarlo. Pero cuando nos ayuda, debemos grabarlo en
la piedra de la memoria del corazón, donde ningún viento podrá borrarlo".
DIOS NOS DICE A TODOS: "En el Cielo está faltando estrellas y tu eres una de ellas".
DIOS NOS AMA Y TIENE LOS BRAZOS ABIERTOS PARA RECIBIRNOS CUANDO LLEGUEMOS AL ÉL... APÚRATE TE ESTÁ ESPERANDO ..!!
Bienaventurado es, Señor, el que te ama a
Ti, al amigo en Ti, y al enemigo por Ti...San Agustín de Hipona
EL VERDADERO AMOR
“Pues Dios amó tanto al mundo que dio a su único Hijo,
para que todo el que crea en él no se pierda, sino que tenga vida eterna.” Juan 3:16
Dios te ama tanto que envió a Jesús en una misión de amor
con un mensaje de amor. La Biblia no dice que Dios da amor; dice que Dios es
amor. Su naturaleza es amor; Dios es amor.
Dios creó el universo entero. Él creó este planeta; Él
creó la raza humana. Entonces, Él te creó porque te ama.
Se podría decir que la razón por la que estás vivo es
porque Dios te ha creado como un objeto de su amor. Dios te hizo para que Él te
pudiera amar y para que tú lo pudieras amar a Él. El amor de Dios por ti es la
razón por la que tu corazón está latiendo en este momento; es la razón por la
que puedes respirar.
Las Buenas nuevas de Dios es que Él te ama en tus buenos
días lo mismo que en tus días malos. Él te ama cuando puedes sentir su amor, y
Él te ama cuando aparentemente no puedes sentir su amor. Él te ama,
independientemente de que tú creas que mereces o no mereces su amor.
No hay nada que puedas hacer que haga que Dios deje de
amarte. Puedes intentarlo, pero simplemente no sucederá - porque su amor por ti
se basa en su carácter y no en lo que hagas o digas o sientas.
Dios te ama tanto que envió a su único Hijo, Jesús, a este
mundo, “para
que todo el que crea en él no se pierda, sino que tenga vida eterna.” Juan
3:16 (NTV).
Cuando Jesús extendió sus brazos tan amplio como la cruz,
Él te estaba diciendo, "¡Esto es lo mucho que te amo! Te amo tanto que
duele. Te amo tanto que voy a morir por ti porque no quiero vivir sin ti.
"
El amor de Dios sobrepasa todo conocimiento humano, y es
difícil para cualquiera de nosotros comprender cuán ancho, cuán largo, cuán
alto y cuán profundo es el amor de Dios por cada uno de nosotros (Efesios
3:17-19).
Reflexiona
Sobre Esto:
·¿Qué cosa has hecho por la que te
dificulta creer que Dios te ama a pesar de eso?
·¿Qué tan importante crees que sea el
entender el amor de Dios, especialmente en tus días malos y difíciles?
Dios es Amor: ¿Cómo define Dios el Amor? La Biblia nos dice que “Dios es Amor” (1 Juan 4:8). ¿Pero cómo podemos siquiera
comenzar a comprender esa verdad? Hay muchos pasajes en la Biblia que nos dan
la definición de Dios del amor. El versículo mejor conocido es Juan 3:16:
“Porque tanto amó Dios al mundo, que dio a su Hijo unigénito, para que todo el
que cree en él no se pierda, sino que tenga vida eterna”. Así pues, una manera
en la que Dios define el amor es en el acto de entrega. Sin embargo, lo que
Dios dio (o deberíamos decir, a “quien” Dios dio), no era simplemente un
obsequio envuelto; Dios sacrificó a su hijo único para que nosotros, los que
ponemos nuestra fe en su hijo, no pasemos la eternidad separados de él. Este es
un amor asombroso, porque nosotros somos quienes escogemos estar separados de
Dios por nuestro propio pecado, y aun así, es Dios quien enmienda esta
separación por medio de su intenso sacrificio personal, y todo lo que tenemos
que hacer es aceptar su obsequio.
Otro gran versículo sobre el amor de
Dios se encuentra en Romanos 5:8: “Pero Dios demuestra su amor por nosotros en
esto: en que cuando todavía éramos pecadores, Cristo murió por nosotros”. En
este versículo y en Juan 3:16, no encontramos condición alguna de la cual
dependa el amor de Dios por nosotros. Dios no dice: “Tan pronto como limpies
tus acciones, te amaré”; ni tampoco dice: “Sacrificaré a mi hijo si prometes
amarme”. De hecho, en Romanos 5:8, encontramos exactamente lo opuesto. Dios
quiere que nosotros sepamos que su amor es incondicional; por eso envió a su
hijo, Jesucristo, a morir por nosotros, mientras nosotros éramos aún pecadores.
No tuvimos que limpiarnos, no tuvimos que hacer ninguna promesa a Dios antes de
poder experimentar su amor. Su amor por nosotros siempre ha existido y por
ello, él entregó todo y sacrificó todo mucho antes de que estuviéramos
conscientes de que necesitábamos su amor.
Dios es Amor Incondicional
Dios es Amor,
y su amor es muy diferente al amor humano. El amor de Dios es incondicional y
no se basa en sentimientos o emociones. No nos ama porque nosotros seamos
fáciles de amar o porque le hagamos sentir bien; él nos ama porque él es amor.
Él nos creó para tener una relación amorosa con él y sacrificó a su propio hijo
(quien también estaba dispuesto a morir por nosotros) para restaurar esa
relación.
Amor sin condiciones
La Biblia nos enseña
que no debemos seguir la herencia que nuestros padres nos dejaron en cuanto a
la conducta. Que como hijos de Dios, debemos seguir la conducta que nos enseña
la Biblia. El hombre debe de amar a su esposa como Cristo amó a la iglesia, no
como lo aprendió de ejemplos en su familia. Yo debo amar a mi mujer como Cristo
me amó a mí, debo amar a todo ser humano de la misma forma. Este nuevo mandato
les doy: “QUE SE AMEN LOS UNOS A LOS OTROS COMO YO LOS HE AMADO”. Voltee a
ver al que tiene a la par. Cristo dio la vida en la cruz por mí, ese es el amor
de Jesús; el amor de Dios se mostró en que aún siendo yo pecador, ÉL ME AMÓ A MÍ.
SIENDO YO PECADOR, El aún así me amó. Quiero que vuelva a ver a la persona que
tiene a la par, mírelo de cabeza a los pies. ¿Ya lo vio de todo? Estoy seguro
que esa persona tiene muchas razones por las cuales no amarla; errores,
pecados, etc.
SE BUSCA UN CORAZÓN
..!!
El
amor de Dios no consiste en esto: “te amo como tú me tratas”; es: “te amo
sin saber cómo me vas a tratar”. “Yo no sé, quizás me puedes rechazar, puedes
no creer en mí, pero aún así, te voy a amar”. Dios vio la humanidad y dijo:
“Puede ser que ellos me rechacen, puede ser que algunos de ellos no me amen y
me maltraten, que haya un ateo, que me insulten y hagan chiste de mí, pero aún
así, los voy a amar”.
Hoy
quiero continuar con eso. I Juan 4:7-9. Amados, amémonos unos a otros; porque
el amor es de Dios. Todo aquel que ama, es nacido de Dios, y conoce a
Dios.
EL QUE NO AMA, NO HA CONOCIDO A DIOS; PORQUE DIOS ES AMOR.
En
esto se mostró el amor de Dios para con nosotros, en que Dios envió a su
Hijo unigénito al mundo, para que vivamos por él.
¿Cuántos
se han peleado por una tontera como la del cepillo color rojo? Saben, nuestro
rechazo hace que una pequeña llama incendie todo un bosque. ¿Alguna vez usted
ha usado la técnica del silencio? La ley del hielo. “¿Te pasa algo, mi
amorcito?” y responde “Nada, estoy bien”. ¿Sabe que Dios nunca ha usado la ley
del hielo? I Corintios 1. El es fiel en llamarnos todos los días a la comunión
con su hijo Jesús. Cada mañana son nuevas sus misericordias. Es como que El se
despertara cada mañana y nos dijera: “Hijo mío, te peleaste conmigo ayer, te
fuiste al mundo, seguiste las pasiones de tu carne, pero yo te amo”. Cada
mañana son nuevas sus misericordias.
El amor es el recurso de Dios, El te amó primero. ¿Vas a salir tú y amar
primero? A ti te toca el primer paso. Levanta tus manos al Señor, dile:
“Enséñame a amar como Tú amas”.